DNF Lo dejo a la mitad. Hay muchos buenos libros por leer como para perder el tiempo en uno que claramente no es para mí. Le sobran palabras, frases, incluso párrafos enteros. La trama totalmente desdibujada y oculta bajo toneladas de prosa superflua y pretenciosa.
Ideas muy interesantes, lástima que su prosa no esté a la altura de lo que expone, aunque supongo que tampoco lo pretende.
This story is some sort of a writing experiment. A failed one if you ask me. We learn nothing about Auri, except that she suffers from such a severe case of OCD that it would make Melvin Udall (Jack Nicholson's unforgettable character in As good as it gets) pale in comparison. Not even Rothfuss' usual superb prose is up to expectations. Avoidable book.
He pensado toda la lectura que le iba a dar cuatro estrellas porque me gusta mucho su prosa, su estilo y su forma de narrar, pero la historia en sí no me parecía tan buena... hasta que he llegado al final y todo ha encajado. No al estilo de una novela de misterio o policiaca donde el puzzle se resuelve al final, sino que ha sido entonces cuando algo ha hecho clic (que no crac, como diría Reiko) en mi mente y he visto hacia dónde quería llevarme el autor. Una historia sobre la soledad, el aislamiento, la incapacidad para relacionarse con los demás, la imperiosa necesidad de querer y ser queridos ( el amor aquí es, si no secundario, si al menos el final de un largo camino, no algo inmediato ni al alcance de la mano a corto plazo). Una colección de personajes que nadan en la desesperanza, inadaptados, en busca de ser salvados a través del amor (Naoko), el placer (Nagasawa), la redención (Watanabe), o un refugio que les proteja del mundo (Reiko). Todos ellos padecen una suerte de “autismo social” (dicho sea con todos los respetos hacia quienes tienen esa condición), que les impide madurar emocionalmente y continuar con sus vidas. Por ello, las personas que intentan acercarse a ellos sufren daños emocionales, Hatsumi, el propio Watanabe, y en menor medida Reiko.
Sólo cuando Watanabe comprende que Naoko es incapaz de amar, ni a él, ni a sí misma ni probablemente a Kizuki (tal vez por eso se suicidó aquel) decide apartarse de ella, romper amarras y abrazar el amor de Midori, que es la verdadera redención para él.
En definitiva, un viaje existencial a través del sexo, y la muerte, no como final de la vida sino como parte de ella.
No le pongo más ⭐️ porque no hay! El ritmo, tanto narrativo como musical, es frenético por momentos seguido por capítulos algo más sosegados donde se profundiza bien en la historia del asesino o bien en los pensamientos y emociones del inspector a cargo del caso. La utilización de la música como un personaje más, casi protagonista, todo un acierto en mi opinión. Aunque no sea mi caso,los pucelanos o aquellos que conozcan bien Valladolid, tienen un plus para el disfrute por la excelente ambientación de la novela.
Recomendable a todas luces en especial para amantes de las emociones fuertes.
Esta ha sido mi tercera incursión en la obra de Gabriel García Márquez, tras Cien años de soledad (que releí tiempo atrás) y Crónica de una muerte anunciada. Ambas me parecieron obras maestras, pero tal vez debido al tiempo transcurrido desde sus lecturas, no recuerdo que dejaran en mí esta sensación de redondez, de plenitud, de satisfacción tan grande al haber disfrutado tanto de una obra literaria. He reído a carcajadas, muchas veces a lo largo del libro. Me he emocionado otras (sin llorar porque no soy de lágrima fácil), me ha hecho reflexionar sobre los sentimientos universales y sobre todo el Amor, con mayúscula, el tema universal, eterno e inmutable a pesar de las infinitas variantes que ofrece al ser humano y que el autor recoge con tanta profundidad, belleza y sencillez. Creo sinceramente que ese es el fin último y la esencia de la verdadera literatura. Cualquier escritor desearía evocar en el lector todo el universo de sentimientos que García Márquez despierta en mí durante la lectura de esta novela. ¡Gracias de corazón, Gabo!