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Al parecer si eres bajito, no estas en la mejor condición física y tienes buen gusto en música no mereces amor.
En esta parte hay menos historias secundarias, como se había visto en libros anteriores, donde se tenían varios puntos de vista. Me pareció que aquí se centra en la historia alrededor de Payne y Many, también se sigue con la historia de Vishous y Jane. Habían quedado algunas cosas sueltas y es que V está más jodido que Z, y viene arrastrando algunas cosas que tiene que resolver. También tenemos un poco del sufrimiento de Quinn, quien decide hacer un cambio en su vida. A ver cómo le va, me da un poco de lástima.
En cuanto a la historia, seguimos justo donde se quedó el anterior, con Payne herida de gravedad y el único capaz de salvarla es el antiguo jefe de Jane, que parece que se ha criado con la Hermandad, porque suena igualito, y por supuesto algo pasa con él. Y eso no es spoiler, cualquiera que haya leído más de dos libros de la saga sabe que si sale un humano de alguna manera se hará inmortal, no importa qué y cómo, algo terminará pasando. Pero aquí me pareció muy obvio, justo lo que pensé en un principio que no podría pasar y eso va y pasa.
Tengo que decir que éste es uno de los que menos me ha gustado y tuvo algunas partes donde quise arrancarme los ojos.
Algo bueno es que no se tiene tanta aparición de los restrictores, esas partes me resultaban muy aburridas. Se tiene una nueva amenaza, con nuevos personajes que resultan más interesantes que los restrictores. Quiero ver más de Xcor (como se pronuncia eso?).
“El cirujano, científico al fin y al cabo nunca se había sentido tan impresionado por la ley de la gravedad como en ese momento; ahora sentía ganas de postrarse ante un altar de Newton y llorar de gratitud por el privilegio de vivir en un mundo donde todas las cosas, incluso las batas, caían inevitablemente al suelo.”
“Y no es que estuviera teniendo ideas raras, depravadas.”“Más valía que el pobre cirujano midiera uno cincuenta, tuviera ojos a los lados de la cabeza y cara de Yogui. O sea, fuera un oso.”“Por Dios, el pelo negro ondulado que hacía pensar en las más sublimes obras de arte. Arte erótico, por supuesto.”“... correr sin ir a ninguna parte, es decir, en la cinta,...”“A punto estuvieron de empatar, o sea, de quedar liquidados ambos.”
“Sin embargo, esa imagen duró apenas un segundo, pues enseguida Vishous fue arrollado por una fuerza gigantesca que lo empujó hacia un lado, arrancándole de la mano el vaso que sostenía y lanzando al aire, es decir al suelo, la bebida que había en él.”