Obtener permiso para permanecer en suelo estadounidense podrá ser una «recompensa» insuficiente para la víctima de un crimen, pero al menos es mejor que el derecho a una fosa común en Tamaulipas o Veracruz –que, siendo honestos, es el permiso de residencia permanente más común que México garantiza de facto –o casi– a los migrantes de Centroamérica.