Desde que vi que salió tenía todas las ganas del mundo de leerlo, y no me decepcionó.
No lo leí más rápido porque quería saborearlo, hacer que dure, pero aún así el final llegó demasiado rápido.
Me copa mucho esa manera de contar lo cotidiano como si no lo fuera, sobre todo cuando esa cotidianeidad se aleja bastante a mis propias experiencias.