Alex

Interesante libro sobre la historia del videojuego donde las anécdotas y la parte más técnica es la que me ha hecho disfrutar más. Debo reconocer que la segunda mitad del libro ha sido, para mi, más interesante debido a que he vivido esos momentos y reconozco parte de los juegos que hace mención el libro.
La parte más aburrida, los pleitos y temas legales, posiblemente la más fácil de documentar que a mi no me interesa. Aún siendo un muy buen libro tengo la sensación que ha dejado muchas cosas pendientes, hablan muy poco o casi nada de ordenadores de sobremesa como el PC o Amiga o de empresas como Sierra o Lucas Arts, así como un poco más de atención en los eventos que ocurrieron en Japón.

Aún así, es de los pocos libros sobre historia del videojuego que se puede encontrar y vale la pena leerlo.

Este libro fue recomendado directamente por el autor, por casualidad andaba por el festival Tarraco Viva y el gremio de libreros de la ciudad le invito. Son tan divertidos sus libros como sus charlas y esta fue mi motivación para comenzar esta lectura. El libro es apasionante y esto no riñe con su veracidad histórica.
El único pero posible es que el libro se cierra un poco de forma abrupta aunque puedo entender que debe ser complicado cerrar la historia cuando “ya esta escrita”.

La competencia desleal, la guerra de formatos, la distribución o la piratería del libro son temas de candente actualidad.
Sorprendente libro que nos muestra como en el siglo XVIII ya existían estos problemas. Sin duda una buena forma de ver con perspectiva y a toro pasado como en el siglo de las luces los parisinos se debatían sobre estos temas.