Rodrigo Sepulveda

No me dio. Lo abandoné a la mitad.

Me desagradó mucho la sociedad descrita. Está bien construida y es consistente pero es molesta. Si hubiera sabido que esto era algo parecido al steampunk me lo salto desde el comienzo.

Las mujeres tratadas como accesorios y dispuestas para los deseos sexuales y sádicos de los gobernantes me superó. Protagonistas prácticamente sin carácter y los que lo tienen apenas lo usan y se quedan pegados en sus historias sin finalizar. No hay sensación de conflicto, sólo una sucesión de historias sin conexión aparente repartidas en más de 150 páginas y aún no pasa nada...

Decepcionante.

Un libro entretenido, eso es en las más simples palabras lo que se puede decir de Chindi.

Si hay algo que tiene Jack McDevitt es que narra de tal forma que es muy fácil olvidarse de que uno está leyendo un libro y no viendo una película. La acción transcurre vertiginosamente y los descansos están perfectamente equilibrados, no aburren y no agotan. Las descripciones son lo suficientemente detalladas y al mismo tiempo lo suficientemente vagas como para que la propia imaginación haga el resto.

Chindi es un libro similar a los anteriores de la serie de la Academia. Una búsqueda constante y sin fin de respuestas a las preguntas más primigenias del ser humano. Lo más interesante de todo es que aun cuando a través del libro vamos respondiendo a muchas de estas interrogantes, siempre se van abriendo nuevas puertas que aumentan el misterio, lo que mantiene el interés de seguir pasando las páginas.

El descubrimiento de una serie de transmisiones misteriosas, ligadas por unos satélites inofensivamente mortales guían a los protagonistas por una serie de escenarios, cada uno una aventura en sí misma. En uno de estos escenarios encuentran una gigantesca nave de roca que encierra un enigma aún más grande que la propia nave. Explorar la nave es una tentación tan irresistible como mortal y enfrentará a los aventureros a decisiones difíciles si no imposibles.

Chindi es un libro de aventuras y de descubrimientos pero también nos enfrenta a pérdidas de forma cruda y sin melodrama. McDevitt no es un tipo que emocione, más bien deja eso al lector. Su pluma no es sobrecargada, ni usa trucos emocionales para conseguir algún efecto en el lector.

Este libro no es un libro de auto-ayuda, asi está catalogado en muchos lugares y librerías.

Este libro es una colección de historias personales, historias inventadas, experiencias, epifanías y sentido común (a veces no tan común) metidas en una juguera, mezcladas y luego vertidas en forma de libro, con algo de orden.

Sin embargo, groserías aparte, fucks aparte, no deja de tener mucho sentido en muchos aspectos.

No es una obra maestra, ni tampoco una que nos deje con una sensación de “¡he abierto los ojos!”. Pero sin duda nos recuerda algunas cosas esenciales, que muchas veces dejamos de considerar mientras estamos sumergidos en la vorágine de la vida.

“No eres especial”, “escoge tus batallas (fucks)”, culpa no es lo mismo que responsabilidad, una definición muy particular (y no por eso menos válida) de lo que es el verdadero amor, la muerte como un valor y no como algo de lo que hay que escapar, etc. son cosas que, al menos a mi, me dejaron pensando bastante rato. A veces de acuerdo y otras veces no. Pero pensando al fin...

No voy a ser tan cínico, como algunos revisores de aquí que dicen que este libro está lleno de mierda. Hay que ser muy arrogante, poco humilde y “entitled” (como no se cansa de repetir el autor en el libro) para no encontrarle valor a las cosas (aunque no nos gusten).

Me quedo con esta cita:

“You too are going to die, and that's because you too were fortunate enough to have lived.”

Siempre he sido fan de la ciencia ficción dura, mucha ciencia, menos ficción. Pero “Ubik” se ha encargado de darme un golpe en la cara.
Una sociedad en la que el Sistema cobra por todo, un peculiar modelo de Sociedad, con unos mutantes de poderes psíquicos, unos anti-mutantes que anulan a los anteriores y unas cámaras mortuorias en donde los muertos permanecen vivos, son los ingredientes que conforman ésta mezcla casi psicodélica que se emparenta muy de cerca con lo mejor de Alfred Bester.
El protagonista es un analista psíquico quién descubre a una psíquica única capaz de alterar el curso del tiempo. Nuestro analista trabaja para una compañía que maneja a un vasto grupo de psíquicos, compañía que tiene un rival, rival que provoca un atentado en la Luna, matando a su dueño.
Desde ahí el desarrollo de la historia es vertiginoso, casi sin pausas, con sucesos que parecen sacados de un viaje en ácido, con un protagonista cada vez más confundido y un mundo que se transforma y que retrocede en el tiempo.
Decir más sería arruinar la sorpresa.
Disfruten.

De inicio confuso, que refleja perfectamente lo aturdido que está su protagonista. Con racontos que van y vienen de forma un tanto inconexa que no hacen más que aumentar la confusión. Así parte ésta historia, que de a poco va entregando los elementos que permiten ir construyendo el mundo que habitan sus personajes e ir despejando la niebla que lo cubre todo.

Es imposible describir algo si arruinarle la sorpresa al posible lector. Lo que sí puedo decir es que Nick Sagan se encarga, con elegancia, de construir un mundo extraño, oscuro, con pequeñas dosis de humor negro y unas pocas gotas de romanticismo, en el que las verdades no son verdades y las que creíamos certezas se van desmoronando capítulo a capítulo.

La búsqueda de la verdad es el eje central de esta historia y el tránsito por éste camino será tortuoso y angustiante. La esperanza es un vago espectro que permanecerá nublado para nuestro protagonista hasta el final. Tal vez un esquivo beso pueda cambiar todo eso... tal vez.

Con frases y diálogos notables, esta historia se hace una adicción desde el principio y sus 300 y algo páginas pasarán rápidamente frente a nuestros ojos. Un libro imperdible, de lo mejor que ha traído la ciencia ficción moderna.

Me demoré en terminarlo, ya que el comienzo me pareció súper lento en comparación a los demás libros de la serie. Sin embargo, desde el 2do tercio en adelante es vertiginoso. Ayer en la noche creo haber leído de una sola pasada el último tercio del libro.

¡Quiero saber quienes son los señores misteriosos!

Me gustó, simple.

Un libro lleno de referencias históricas que en más de alguna ocasión me hicieron consultar otros libros para llenar contextos.

La historia corre desde el inicio rápidamente, no se queda empantanada mucho tiempo y los constantes saltos de atrás para adelante no llegan a ser molestos como en otros libros ya que están bien justificados.

Respecto a la historia (lo más importante) me resultó muy interesante, me gustó el estilo simple no muy adornado del autor. Me recordó los mejores tiempos de Asimov, sin parafernalia. Me confundieron sin embargo los nombres chinos, muchas veces me costó discernir qué personaje era el que estaba hablando o haciendo algo. El misterio inicial me pareció muy entretenido, aunque durante el segundo tercio me anduve aburriendo un poco al punto en que dejé el libro botado varios días. En el tercer tercio el libro agarra nuevamente una velocidad y todo se desarrolla al punto de que es difícil soltarlo (tal vez muy rápido).

¿Qué no me gustó? El sofón. Y no puedo decir más porque no quiero arruinarle la historia a nadie. Pero algo tan ingenioso pudo haber tenido un mejor uso por parte de sus creadores, creo yo.

Algunas personas en varias revisiones que leí por aquí se quejan de lo plano de algunos personajes. Puede ser, pero la verdad es que las ideas que plantea Liu Cixin son súper interesantes como para quedarse pegado en la psicología de los personajes. Aquí no hay Susan Calvin's. Si fuera una novela de dramas personales, Ok! Pero no lo es.

En fin, el primer libro de un autor chino que leo y me gustó mucho. ¡Vamos por la segunda parte!

Excelente comienzo, agarra y no suelta. El sustento científico es notable, y la sucesión de historias y eventos prometen un final apoteósico que nunca llega.
A ésta historia se le hace necesario un nuevo epílogo o una continuación de forma urgente. Da para una saga completa, porque lo que Bear aquí comienza necesita continuar y desarrollarse. Así no queda la sensación de deuda o de que al autor se le acabó abruptamente la inspiración.

Hay algunos cuentos muy buenos en esta colección, otros simplemente excelentes.
Algunos especialmente notables como “Phantom Pain” de Mike Wilson y “Vagón” de Luis Emilio Guzmán. Y otros que rayan en la psicodelia más absoluta como “Wunyelfe” de Jorge Baradit.
Brillantes autores que casi en su totalidad dejan con un sabor a poco, con ganas de seguir leyendo. Buenas historias, buenos temas, buenos desarrollos, ganas de más.

Siempre me han gustado las historias con carácter y Asimov sabe crear personajes con exactamente eso: carácter.
La construcción psicológica de cada uno es muy precisa y consistente. Las descripciones concisas llevan a imaginarse muy bien el vasto mundo “subterráneo” en el que viven los humanos.
La historia está llena de vueltas de tuerca que hacen que uno no pueda dejar de leer, ni de desear saber que va a ocurrir a continuación.
Las pausas son pocas y no dan cabida al aburrimiento.
El contexto de ciencia ficción es prácticamente una escusa para escribir una historia policial que nos recuerda a esas ambientadas en los años ‘30 del siglo XX.
Con este libro Asimov da inicio a una serie de libros que entregan una proyección del futuro de nuestro Universo, un Universo de proporciones épicas que nos dará más de una sorpresa durante su desarrollo y que en ningún momento bajará la tensión, con un final impensado y prácticamente imposible de adivinar.

Gratamente sorprendido por esta historia. Tuve un inicio fallido con el autor, pues encontré difícil de leer su historia “Los astronautas harapientos”, con rasgos misóginos y burdos. Tal vez debí seguir y entender que la historia así la ameritaba. En cambio “Una guirnalda de estrellas” tiene todos los elementos que la anteriormente mencionada historia no tiene. Personajes claros, definidos y todos necesarios. Hay dureza y también mucha emoción. Aún encuentro al autor muy centrado en el uso de la mujer-objeto-premio para el hombre, cosa que en estos tiempos se hace un poco cavernaria, pero considerando en año que fue escrita, pasa. Vamos a por más del autor...

Tremendo libro. Una excelente historia insertada en futuro muy posible.

Comencé a leer sin muchas expectativas y hasta con cierto recelo. Me imaginé casi una propaganda/panfleto anti capitalista después de leer algunos comentarios. Nada más lejos de la realidad.

Historia muy bien construida, la crítica al capitalismo está por supuesto, pero no es un panfleto.

Qué me gustó. Me encantó la especulación, como la posición de China en la historia, EEUU decadente y sin protagonismo, Sudamérica como un eje político/económico potente. Los personajes también, bien perfilados, con motivaciones potentes. Las descripciones, claras y simples. El lenguaje sin adornos. El último tercio del libro, increíble, vertiginoso. No dejé de leer hasta que lo terminé entrada la madrugada (por eso ahora estoy con un sueño de los dioses).

Que no me gustó. Lo crudo de algunos pasajes finales, un poco pasados para mi gusto. Cómo chileno no me gustó la investigación acerca de nuestra forma de hablar, nosotros no usamos ni el “joder”, ni el “coño”, ni el “vale”, etc. Pero abusamos del “huevón”, por ejemplo. Es un pequeño detalle, cierto, pero para mi que hablo “chileno” me sacó el personaje de su contexto. Y lo más importante, que no se supiera qué pasó con algunos personajes claves (Teresa por ejemplo) después del desenlace.

Por eso último especialmente espero con ansias la continuación (dice “continuará” al final).

¡Bravo!

Se lee de un soplo. ¡Que novela mas entretenida! Seb y Bianca son un par de personaje de los que uno se encariña en un segundo.
Libro brutal, subido de tono, sin duda. Pero al mismo tiempo con un humor que en más de alguna ocasión saca carcajadas.
El entorno de ciencia-ficción es secundario, pero aporta ese elemento de grandiosidad, en el desastre que está a punto de ocurrir.
Giros muy inesperados, vueltas de tuerca que sorprenden... A esta historia no le falta nada.

Una muy buena colección de relatos de robots de don Isaac Asimov. Faltan algunos que se pueden encontrar en “El Robot Completo”, sin embargo lo interesante de este libro es el ligado entre las historias que hace el periodista entrevistando a Susan Calvin.

Cualquier otra cosa que se pueda decir es redundante, pues estas historias están archicomentadas en otras ediciones y recopilaciones similares.

Un buen libro de recopilación sin lugar a dudas, pero no completo.