AIDAN

Cuando apenas era un niño, Aidan fue entregado para convertirse en esclavo del mal. Durante mucho tiempo luchó ferozmente para no permitirle a su peor enemigo doblegarlo, pero entonces este encontró la única forma que conocía para hacer que el guerrero se rindiera. Desde ese momento solo esperaba a que fuera el momento correcto para escapar de las garras de su opresor, y recuperar aquello que le fue arrebatado. Su búsqueda lo llevó más allá, a los brazos de una pequeña chica que se encontraba esclavizada, pero esta vez por la maldad de los hombres.

Abby en su corta vida no había visto nada más que dolor, y habría perdido la esperanza de no haber sido por su pequeño hermano, a quien se esforzaba por proteger a costa de lo que fuera, incluso si tenía que sacrificarse a sí misma para conseguirlo. Ella no confiaba en nadie, hasta que un día se encontró con unos ojos verdes que parecían brillar con luz propia. Cuando él extendió una mano en su dirección pidiéndole que lo acompañara, por fin tuvo algo a lo que aferrarse, por primera vez alguien más lucharía sus batallas.