"Hacía rato que se había cerrado la sala de arte, pero desde su despacho, David Santos, dueño absoluto de aquélla, oía el ir y venir por la sala los pasos de Susana Beltrán.
David tenía el ceño fruncido
Pensaba.
David era un tipo pensador.
Más bien tímido, y deseoso siempre de tirar aquella timidez por la ventana, pero no podía. Era superior a sus fuerzas.
Fue tímido de niño, en la escuela de párvulos, lo fue después en la escuela superior, más tarde en la Facultad. Pensaba siempre que, debido a su timidez, por eso no terminó nunca la carrera de médico, y por eso se dedicó a su negocio.
Ciertamente era un negocio de usar mucho las relaciones públicas, y para abrirse camino en aquella empresa hubo, incluso, de llorar alguna vez a solas en su apartamento."
Reviews with the most likes.
There are no reviews for this book. Add yours and it'll show up right here!