El delirio de Turing
El delirio de Turing
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En general, el libro realiza la onda de William Gibson en Bolivia sugerida por la descripcion. Yo no lo llamaría brillante, ya que juega un poco como pastiche: un poco de Gibson, un poco de Borges, un poco de García Márquez , un poco de Phil Dick, etc. Además, no estoy convencido que todos los experimentos estilísticos y las diversas líneas argumentales se combinan efectivamente.
La mayoría de la acción desplega durante los últimos días de la administración Montenegro. El gobierno ha promulgado muchas de las reformas neoliberales, incluyendo la privatización de los servicios públicos. El crisis empieza porque la gente se harta con la multinacional que dirige la compañía eléctrica y comienzan a demostrar publicamente. Un grupo clandestino, dirigido por un hacker llamado Kandinsky, decide que esta sera la oportunidad perfecta para derrocar al presidente.
Oponiendolos es el servicio de seguridad del gobierno, incluido el departamento de criptografía que se denomina Cámara Negra, que es dirigido por un ex-empleado de la CIA con el nombre de Ramírez-Graham. Entre su personal es el veterano Sáenz, quien va por el apodo de Turing, y que es totalmente Old School. La esposa y la hija de Turing también están involucrados en la acción (a diferentes grados). Además, un ex magistrado ha estado investigando los crímenes cometidos por el gobierno de Montenegro cuando era una dictadura y ahora ve una oportunidad para obtener justicia.
Por alguna razón, Turing es el único personaje cuya narrativa se da en la segunda persona. El uso de narración en segunda persona no salo malo, pero no me parece que fue realmente necesario. Los otros personajes, salvo uno, se narran en tercera persona. Ese personaje, que es el ex-jefe de Turing, pasa la mayor parte del libro inconsciente en una cama de hospital, la víctima de algún trastorno neurológico degenerativo, los primeros síntomas de que consistían en halucinaciones en que él era inmortal y tenía anteriormente encarnado todos los criptógrafos de la historia. Este aspecto, junto con la atmosfera de paranoia, es donde el libro me recuerda a la obra de Phillip K. Dick.
Me pareció interesante como los temas del cyberpunk caben en el tercer mundo actual. En muchos aspectos, un pequeño país en desarrollo es más parecido al escenario de Neuromancer que los Estados Unidos contemporáneos. Es decir, se contará con la presencia de una cultura popular global, los gobiernos débiles y corruptos, las multinacionales sombra con mucho peso para repartir, yuxtaposiciones dramáticas de la riqueza y la pobreza (así como de alta y baja tecnología).