Hijas y esposas
Advertencia: Este libro no cuenta con un Sr. Thornton o nada que se le parezca... ni un Sr. Darcy, Sr. Rochester, Sr. Knightley, Capitán Wentworth, no, nada parecido.
Me ha gustado mucho, no tanto como Norte y Sur, pero al igual que Norte y Sur se sale un poco de lo convencional en este tipo de novelas.
La historia sigue a la familia Gibson, sobre todo a Molly huérfana de madre, que al llegar a una edad en que se empiezan a acercar pretendientes, su padre decide casarse y dar una figura materna a su hija. Con la nueva señora Gibson llega también Cynthia, la nueva hermanastra para Molly. Las dos se vuelven muy unidas, aunque la que atrae todas las miradas de los hombres es Cynthia, a veces más de las que quisiera. Y es que a Cynthia no le gusta caer mal a la gente.
También tenemos a la familia Hamley que es un matrimonio con dos hijos: Osborne y Roger, a los que Molly visita regularmente y la ven casi como a una hija. Es una novela bastante extensa, donde se ven las costumbres de la época y no es sólo con las mujeres como se pudiera apreciar en el nombre, sino también se ve las reglas que debían seguir los hombres.
Su fuerte, a parte de la forma de escribir de Elizabeth Gaskell, son los personajes. Se habla mucho de Cynthia que me parece muy arriesgada para la época, pero sobre todo me ha sorprendido el personajes de Osborne Hamley, que yo pensaba que iba a ir por un lado y se fue por otro completamente diferente. Me gusto mucho la relación fraternal entre Roger y Osborne, a pesar de las diferencias y de las comparaciones que hacían sus padres entre ellos.
Conforme iba leyendo pensaba en que Roger merecía que le pusieran difíciles las cosas, no hacerlo sufrir mucho, porque con los Hamley es una tragedia tras otra, pero después de leer más de 700 páginas de Molly llorando por los rincones si quería que batallara tantito. Pero al terminar de leer he quedado completamente satisfecha, me ha gustado mucho, a pesar de tener que imaginar el final ya que Elizabeth Gaskell no alcanzo a terminar esta novela. No es mucho lo que falta, solo un capítulo y la historia queda cerrada, solo es el cierre. Y como dice la nota del editor al final, solo nos queda imaginar cómo nos lo hubiera narrado Elizabeth Gaskell, autora que se ha colado entre mis favoritas y de la que seguro leeré todo lo que escribió.
Le pongo 4 estrellas y no 5, porque a pesar de que siendo un libro largo es bastante rápido de leer, al inicio no sabía por donde iba a ir la historia y Molly es un personaje que me termino gustando, pero al principio también me desesperaba un poco. Tal vez sea un 4.5, lo pensaré.