This Side of Paradise

i know you shouldn't romanticise fitzgerald romance but boy is a girl SWOONING

clearly much more autobiographical than steinbeck's cannery row (another favourite of mine) but still enjoyable nonetheless. as a huge fan of fitzgerald, a lot of the stories that he tells here make it obvious how he became to be the writer and person that he was.

tangent but #teameleanor

Publicado originalmente: El Extraño Gato del CuentoThis Side of Paradise se me hizo un libro interesante el cual me falló bastante con el final. Si bien la sinopsis ya nos dice que este libro a largo de los años se ha tomado como una especie de biografía del escritor, yo no lo quise tomar así ¿Por qué? Porque después de terminar el libro lo siento más como una excusa que como la meta del libro, por decirlo de algún modo.No es un libro malo, tiene una gran y exquisita paleta de personaje femeninos. En inicios de año muchas escritoras estuvieron apoyando la campaña “Personajes femeninos diferentes” y para mí, This Side of Paradise es un buen ejemplo de lo que se pide. Tanto como Beatrice, Rosalind, Isabelle y Eleanor, que tienen un ligero parecido solo que cada una tiene algo llamativo que no tiene ningún otro personaje que haya leído antes, al menos en literatura Young Adult, y la verdad es que me gustaría leer más de estas personalidades.Pero me falló en que no tengo una sensación de conclusión, no soy de las que se molestan con finales abiertos, varios de mis libros favoritos son así, es sólo con A Este Lado del Paraíso siento que me cortaron a mitad de algo, como si fuera el inicio de una serie de libros. No sé si es solo algo que me pasó a mí pero no estoy feliz con el final, Amory se me hizo muy hipócrita al final. Durante todo el libro me gustó como personaje, incluso logré identificarme con él varias veces, sobre todo con su cinismo y como el escritor nos lo describía. “Siempre se trataba de lo que llegaría a ser, nunca de lo que era” Sobre todo esa frase se me quedó grabada durante días. Las personas que nos pasamos más tiempo en la intimidad de nuestras mentes lo entendemos bastante bien.El personaje que me desagradó en este libro fue Monseñor Darcy, se me hizo tan presuntuoso y uno de los que alentaba a Amory ser cómo era. Creo que también es un poco de envidia por mi parte, ya me gustaría tener a alguien quién crea que todas mis tonterías las hago porque soy un ser especial.Tengo un montón de citas guardadas y ahora que estuve haciendo un poco de investigación para la reseña, aumenté alguna más, sin duda para futura relectura. Mi problema fue el final tan político y fuera de sentido pero por todo lo demás me gustó.Twitter   Blog   Pinterest   Tumblr   Instagram

I cannot believe this pile of...I don't know what was written by the same man that gave the world [b:The Great Gatsby 4671 The Great Gatsby F. Scott Fitzgerald http://photo.goodreads.com/books/1273944449s/4671.jpg 245494]. A series of overly-clever conversations and observational set-pieces almost making a plot, with bits of bad poetry scattered throughout does not a novel make. A pretentious waste of time.

Amory is an interesting character, one that I found hard to relate to but still found intriguing. I hoped to see change or something greater come of his life than simply knowing himself. As Amory states in the end, “I know myself, but that is all.” I enjoyed reading this novel, although it does not compare to The Great Gatsby, in my opinion. I think I much prefer the first half of the book than the second, but I am also an optimist and am never opposed to seeing a character like Amory become aware of his flaws and then do something about it and come out much improved in the end. Then again, that is not real life and not what Fitzgerald was hoping to achieve, I don't think. If you're a fan of Fitzgerald, I would definitely recommend reading it as it was his first novel and gives an interesting perspective of morality and youth around the time before and after World War I.

“Amory wondered how people could fail to notice that he was a boy marked for glory, and when faces of the throng turned toward him and ambiguous eyes stared into his, he assumed the most romantic of expressions and walked on the air cushions that lie on the asphalts of fourteen. ... It was always the becoming he dreamed of, never the being.”