114 Books
See allHasta leer las últimas 5 páginas, la calificación iba a ser unas merecidas 4 estrellas. Pero el final.. ¡Qué final! Imposible que ese cierre no valga una estrella adicional.
Bazterrica atrapa desde un principio apelando a un lenguaje llano y a un desarrollo lineal de la trama. Con tintes distópicos, la historia es, en definitiva, un llamado a la reflexión sobre el consumo de carne. A través de la historia de Tejo, personaje principal muy bien construido que trabaja en el mercado de la carne, la autora logra reconstruir la génesis, el desarrollo y los alcances de la denominada “Transición”, es decir, el reemplazo del consumo de carne de origen animal por carne de origen humano.
Como toda (buena) distopía, los hechos narrados parecen tan aterradores y lejanos como potencialmente posibles. Bazterrica lee los valores y códigos del consumo de carne en la actualidad y partiendo de esa base nos lleva a preguntarnos ¿Sería tan difícil como suena que suceda una Transición en el mundo real?
Imposible opinar de una obra tan genial como esta. Solo diré 2 cosas:
* Si bien comprendo la necesidad de promover el acceso de lo jóvenes a Borges, lamento haber leido varios de estos cuentos en el colegio, con una mirada que impedía su disfrute.
* Tlön, Uqbar, Orbis Tertius es im-pre-sio-nan-te.
La falta de finales contundentes de los cuentos de este libro intenta ser paliada con la generación de un clima que, con su tendencia al detalle y a explicarlo todo, Enriquez rara vez logra crear.
Las contextos elegidos por Enriquez para sus historias resultan, para el lector nacional, trillados y plagados de lugares comunes.
Con una prosa en apariencia inofensiva, Joyce demuestra maestría a la hora de exponer los sentimientos y pensamientos de sus personajes. La indecisión de Eveline en el cuento que lleva su nombre; la mezcla de sensaciones de Lenehan en Two Gallants mientras hace tiempo por las calles de Dublín; la angustia contenida de Joe en Clay; la frustración de Farrington en Counterparts; la decepción de Little Chandler en A little cloud; la tristeza de Gabriel en The dead. Todas estas sensaciones se te pegan y permanecen, pegajosas, días después de la lectura.
Imaginé todas las historias sucediendo en una misma Dublín, como si el autor decidiese hacer zoom aleatoriamente en distintos puntos de la ciudad y narrar lo que le sucede a sus ciudadanos en tiempo real. Con el pasar de los cuentos Joyce logra crear un contexto, un ambiente en el cual todas las historias se enmarcan: esa Dublin tan particular que cobra vida propia bajo la pluma de Joyce.
Me sorprendió cómo algunos temas y planteos de los cuentos están plenamente vigentes en la actualidad, salvando las distancias propias de la época. Desde algo tan trivial sobre cómo darle instrucciones a un taxi para dejar a un pasajero en camino al destino final como planteos trascendentales como el contraste entre la vida de juerga y la vida familiar; los riesgos diarios que enfrentan los pre-adolescentes en las urbes; el amor enfrentado a las convenciones sociales; la influencia de la religión y la política en la vida diaria; o la identidad nacional.
En varios cuentos hay un desprecio de los personajes por la Dublin que habitan. Hay también una minimización de la importancia y el atractivo de la ciudad, en contraste con la idealizada Londres o la Europa continental. Vivir la vida, para algunos, parece sólo posible fuera de Dublín. Hoy basta con abrir redes sociales y diarios para palpar esto mismo en sociedades como la argentina.
Las lecturas que resisten tan bien el paso de los años son definitivamente buenas lecturas.
En una entrevista a Satrapi, la autora comentó que lo que la motivó a escribir Persepolis fue mostrar otra cara de Irán, alejada de los preconceptos y los estereotipos impuestos por los medios de comunicación. Sin embargo, dudo que la obra logre ese efecto.
Si bien contiene es una mirada ‘desde adentro', lo narrado no escapa a la imagen mas difundida de Irán: el fundamentalismo, la opresión de la mujer, las restricciones a las libertades y la represión que trajo consigo la revolución de 1979. La particular posición de su núcleo familiar y sus amistades cercanas -que vendrían a configurar el elemento ‘distintivo'- son planteadas como una excepción minoritaria.
En todo caso, Perspolis parece más una confirmación de la mirada occidental de Irán que un desafío a ella. Esto me decepcionó un poco.
En lo que hace a la obra en sí, la narrativa es excelente y también lo es la estética, pero esperaba algo mas revelador.